Un estudio del CIAE y del Instituto de Estudios Avanzados en Educación de la U. de Chile da cuenta de la magnitud y evolución del retiro temprano y de la movilidad laboral de los docentes chilenos. El análisis se hizo con datos de la Encuesta de Idoneidad Docente (EID), elaborada anualmente por el Ministerio de Educación, la cual recoge un levantamiento censal de todos los profesores –directivos, de aula y otras actividades– de todo el país, que se desempeñan en establecimientos municipales, particulares subvencionados, corporaciones privadas y particulares pagados. Se realizó previo a la vigencia de la Ley de Carrera Docente.
Los resultados dan cuenta que, entre 2005 y 2016, alrededor del 20% de los docentes noveles se retira antes de cumplir 5 años trabajando en el sistema escolar y el 30% lo hizo al cumplir 10 años de años de docencia (cohorte 2006). Además, hay más retiro de profesores hombres (28% de los hombres se retira, versus 20% de mujeres), de colegios particulares pagados (31% de docentes, versus alrededor del 20% en las otras dependencias) y de enseñanza media. El estudio da cuenta también de que las especialidades con más retiro de docentes son las de parvularia y enseñanza media (técnico-profesional y científico-humanista).
El análisis consideró el periodo de 2005 a 2016 y solo incluyó a los profesores neófitos, es decir, a quienes ingresaron a la carrera docente en ese periodo. Los profesores mayores a 40 años fueron excluidos.
“El retiro anticipado de docentes neófitos tiene múltiples efectos y desafíos, puesto que el proceso de reclutamiento de cada profesor en cada escuela es costoso para el colegio, los estudiantes y para el sistema en su conjunto”, explica Juan Pablo Valenzuela, académico del Instituto de Estudios Avanzados en Educación de la U. de Chile e investigador del CIAE y uno de los autores del informe, junto a Iván López y a Alejandro Sevilla.
Valenzuela desglosa los efectos: mayor presión para el sistema en su conjunto y el establecimiento, para contar con mayor número de profesores reemplazantes. Por otro lado, el proceso de desarrollo de aprendizaje de los docentes se hace a través de la experiencia profesional, sobre todo de los primeros años de inserción en el sistema, por lo que una vez que dichos profesores se van hay una pérdida de esfuerzo formativo inicial. Y, además, muy importante: cuando los estudiantes pierden profesores, hay una pérdida de oportunidades de aprendizaje.
Sin embargo, Valenzuela matiza los resultados del estudio: “Chile no tiene una tasa extrema como la de Inglaterra y EE. UU.”. En Estados Unidos llega a 30% luego de 5 años (Hong, 2010; e Ingersoll, 2001), y en Inglaterra, al 40% (Stoel y Thant, 2002).
Valenzuela complementa señalando que los profesores chilenos están, en promedio en el sistema escolar, 25 años, es decir, en ese plazo se renueva todos los docentes. En países más exitosos, como Corea del Sur y Finlandia, el promedio de estadía es de 33 años. En países como EE. UU. estarían 12 años.
El estudio fue realizado en el marco de proyecto Fondecyt No1120740 y del proyecto basal FB0003 del Programa de Investigación Asociativa de ANID (ex CONICYT) y es parte del libro “Formación de Profesores en Chile: políticas, prácticas y desafíos” (C. Cox y L. Meckes, editores, Ediciones UDP) que saldrá en los próximos meses.
Retiro por dependencia y especialidad
Donde sí el retiro anticipado de los docentes es crítico es entre los docentes de enseñanza media (TP y Científico Humanista) y educación parvularia. los profesores neófitos del nivel de educación parvularia tienen mayores y crecientes tasas de retiro que el promedio, la que varía entre 29% al 5° año (cohorte ingresada en 2006) y 34%, para la cohorte ingresada en 2012.
El estudio también muestra que llega a 40% en el caso de la educación media técnica profesional (cohorte 2009) y de 34% para la educación media científico-humanista (cohorte 2009).
“Requerimos más análisis para el nivel técnico-profesional, porque el nivel de especialización de los docentes es muy elevado, entonces hay que indagar qué sucede ahí y cuáles son los mecanismos para que ellos se mantengan en las aulas”, dice Valenzuela.
Respecto a la tasa de retiro en parvularia (prekínder y kínder), agrega que el análisis es antes de la incorporación de los educadores del nivel al proyecto de desarrollo profesional docente. “Hasta antes de esa ley, los y las educadores de párvulos no estaban en la carrera, teníamos gran cantidad de estudiantes, pero precarias condiciones laborales. En este contexto, esto podría estar cambiando ahora”, puntualiza Valenzuela.
El estudio también analizó el retiro por dependencia institucional del establecimiento al que ingresan por primera vez los nuevos docentes, concluyendo que los establecimientos particulares pagados son quienes muestran la mayor tasa: el 31% de quienes entró a esos colegios en 2012 se retiró al quinto año de profesión, versus el 22% de los entrantes a colegios subvencionados y el 20% de quienes ingresaron a colegios municipales el mismo año.
Movilidad dentro del sistema educacional
La trayectoria laboral de los docentes implica no sólo el retiro del sistema escolar, sino que también la posibilidad de permanecer en el mismo establecimiento, cambiarse de colegio, retirarse temporalmente y, consecuentemente, retornar a hacer clases.
En ese sentido, el estudio da cuenta de una alta tasa de rotación laboral en los primeros años de vida laboral: solo un 30% de los docentes permanece haciendo clases en el mismo colegio al que entró por primera vez al sistema educativo.
Además, el estudio concluyó que ha aumentado la permanencia de docentes en el sector municipal. Si en la cohorte 2006, un 73% de los que comenzaron a trabajar en la educación municipal seguía haciendo clases en un colegio de igual dependencia, en la cohorte 2012 esa cifra sube a 91%. Así, mientras un 24% de quienes comenzaban a ejercer la docencia en 2006 en colegios de dependencia municipal eran absorbido por los colegios particulares subvencionados luego de 5 años; la cohorte de 2012 muestra una tasa mucho más baja: apenas un 8% pasó desde colegios públicos a particulares subvencionados.
“El análisis muestra que, durante los últimos años, ha sido mucho más activo el contrato de profesores nuevos en el sector municipal, mientras que el sector subvencionado, después de un rápido crecimiento inicial, luego no fue muy activo en la contratación”, afirma Valenzuela.